viernes, 11 de noviembre de 2011

Este va a ser el primer paciente que me afecte demasiado

Siempre he sido una chica demasiado sensible, en especial para dedicarme a la medicina. Pero me gusta ayudar a la gente, y decidí pasar por alto este hecho. Cosa de la que me arrepentiré en breve.

Paciente de 80 años, abuelete encantador. Y lo digo en serio, es una divina persona. Y nos llega con diagnóstico de derrame pleural con células malignas, ingresa para estudiar de donde viene. Este caso no tiene buen final se mire por donde se mire.

Aquí, un médico inteligente habría empezado a distanciarse emocionalmente del paciente. Se ve que yo no lo soy. 
A parte de visitar cada día al señor, vuelvo por la tarde para ver como esta, hablo con los hijos (con cada uno, ya que viene uno por la mañana y otro por la tarde), voy a felicitarle por su cumple (que ha sido durante el ingreso, pobrecillo) y lógicamente una se va encariñando con el paciente.

Mil exploraciones complementarias después, tenemos el diagnóstico. Cáncer de pulmón con metástasis óseas.  Lo que significa, que se va a morir. En breve. Y con un camino tremendamente doloroso.

Y yo, que preferiría no saberlo… Podemos pensar que ahora que lo vamos a derivar a oncología para que lo traten ellos, y que yo ya no le veré más, dejará de afectarme. Repito, no soy un médico inteligente… Ya me he apuntado su número de historia y evidentemente regularmente controlaré su historia clínica, sus visitas a oncología, sus ingresos, sus complicaciones y seguramente el curso clínico del día de su muerte. Sé que es ser un poco masoquista y macabro, pero quiero saber la historia de mis pacientes, aunque sé que me va a afectar el día que se muera.


Y esto es ser médico.

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Tenía esta entrada programada y me he visto obligada a entrar para añadir un inciso.
Mi paciente ya está muerto.
Le trasladamos a la planta de oncología el viernes por la mañana, y el sábado a las 1:15 de la madrugada murió.
Realmente es tan deprimente como parecía.
No tengo nada más que decir respecto a este tema.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Adoro a mi adjunta...

… y no solo porque me deje salir a las 3 en vez de a las 5 el día 31 de octubre… jeje  :P

Es una de las mejores médicas que conozco. Es rematadamente inteligente y se preocupa de manera inusual por sus pacientes. No únicamente por diagnosticar y/o tratar su enfermedad, sino también se preocupa de que su estancia en el hospital sea lo más cómoda y menos traumática posible.

Me gusta tanto su faceta médica como su faceta personal. Yo de mayor quiero ser como ella. ;)

Y es que no es que trate bien a las familias y a los enfermos, trata bien a todo el mundo! Incluso a los simples R1, que no sabemos nada y que estorbamos más que ayudar (cada vez menos, gracias a Dios). Nos hace sentir útiles. Y nos trata como a personas (no puedo decir lo mismo de todos los adjuntos), se acuerda de donde hemos estado de vacaciones, nos pregunta, intenta prepararnos sesiones que puedan servirnos de cara a cada una de nuestras especialidades,… Es un sol de mujer!  Pero un sol enorme enorme!

Roto con ella cuatro meses, de los que ya han pasado dos… y ya a estas alturas puedo afirmar varias cosas. Una es que si me pongo enferma, quiero que me lleve ella. Y otra, es que cuando me vaya, la voy a echar de menos, seguro. Gracias doctora!! 

martes, 1 de noviembre de 2011

Balance musical: septiembre y octubre

Septiembre:  lo más importante de mes? Cumplir un añito con mi Super-Chico!  Él es lo más mejor de mi vida, así que es lógico que todo gire a su alrededor… Como balance musical os dejo la primera canción que le escuché tocar con la guitarra, hace ya ¿6 años? Mejor no calcularlo.




Octubre: mi mes de vacaciones!!! A parte de eso, no ha pasado nada interesante… Así que os pondré una canción al azar que me guste… Y aprovecho que fui al musical “cop de rock”, un musical de canciones famosas de rock català para poner la que creo yo, fue el gran olvido del musical…