sábado, 26 de marzo de 2011

Empiezo a tener mis dudas

… sobre si estoy viva o muerta.

Mis contantes vitales siempre han sido más bien “cutres”. Tengo una tensión arterial que da miedo de lo baja que es. Mis tonos cardíacos prácticamente son inaudibles a pesar del fonendo. Y mi ex me despertó varias veces para decirme que cuando estaba dormida no me oía respirar (y no veáis la gracia que me hacía).
Según las máquinas del gimnasio mi pulso hoy era de 46 lpm, a pesar de que no podía más. Y hoy era medio aceptable, la mayoría de días marcan 0 lpm.

Por si eso fuera poco... para entrar al gimnasio hay que pasar por una máquinas que se abren al detectar tu huella digital. Fallan mucho, muchísimo. A la mayoría de gente les sueltan un “identificación incorrecta” y después de mucho insistir, acaban consiguiendo entrar.
En mi caso, más de la mitad de veces, simplemente no me detecta. Como si nadie hubiese puesto el dedo... No se si sentirme completamente ignorada (y... que me ignore una máquina es bastante triste) o empezarme a creer que estoy muerta.

Mi hermano tiene la teoría, claramente sacada de un capítulo de Los Simpson, que el problema es que no tengo alma, por eso las máquinas no me reconocen. Gracias, hemanito.

5 comentarios:

Utopia dijo...

¿Acaso no le habrás vendido tu alma a Milhouse por un mísero dólar?

Cumulunimbus dijo...

MacKcagum la máquina de las narices!
Aunque aveces el tema pasa por la manipulación electrónica por parte del mister de recepción para que acudas él (método de ligue barato para gente sin recursos) y así, -con su sonrisa y sus resaltados musculitos hormonales-, te ayuda gentilmente a abrir las puertas de este templo de torturas para el cuerpo, eso si, esperando que algun dia tenga una oportunidad para compartir sufrimiento y sudor y de paso les des tu número de teléfono.
Quizás el musculitos solo pretenda salvarte de una infección impidiendo que utilices el dedómetro, aparato usado diariamente por millones de personas que vete a saber donde tenian el dedo antes de entrar al gimnasio.
Para subir la tensión recomiendo tener a mano cocacola (de esto no te falta en casa) y viajar al mar Muerto para bañarte a toda sal.
Las máquinas no ignoran! precisamente hay una que ya te vigila constantemente y que se preocupa que estés bien viva, la tiene la señorita Hacienda, nuestra enemiga chupóptera.

Dr. Muerte dijo...

Benvinguda al meu reialme de mort i gent sense ànima... MUAHAHAHAHHAHAHAHHAAAAAA(riure malèfic amb llamps i trons de fons).

Daniel Rioja dijo...

Jaja, míralo por el lado positivo, si ya estás muerta no tienes que tenerle miedo a la muerte.

Caparina dijo...

Utopia: veo que sabes de qué capítulo me hablaba mi hermano :P No le vendí mi alma a nadie... a lo mejor me la han robado xD

Cumulunimbus: Pues no se me había ni pasado por la cabeza un posible intento de ligue por parte del chaval de la entrada... por si las moscas, a partir de ahora enviaré a mi hermano a que se quejé en lugar de ir yo :P

Doctor: ha tornat! Quina alegria! :) Ja torna a ser ben lluny de casa? Just avui m'he passejat per la seva zona :P
Per cert, gràcies per donar-me la benvinguda, espero que tingui alguna festa preparada per mi en aquest reialme xD

Daniel: Lo tuyo es optimismo y lo demás son tonterías ;)